Jueves, 13 de noviembre de 2025

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Bolivia celebra el Día de los Muertos

https://www.youtube.com/watch?v=ZInv1LXIVEA Las familias llenaron los cementerios de toda Bolivia para celebrar el Día de los Muertos, transformando los camposantos en espacios viv...
https://www.youtube.com/watch?v=ZInv1LXIVEA Las familias llenaron los cementerios de toda Bolivia para celebrar el Día de los Muertos, transformando los camposantos en espacios vivos con música, comida y rituales dedicados a sus seres queridos fallecidos. En el Cementerio Mercedario de El Alto, las bandas tocaron mientras los dolientes cantaban, rezaban y ofrecían pan, flores y objetos personales. Las celebraciones mezclaron la devoción católica con las costumbres aimaras: guías espirituales dirigieron oraciones para acompañar a las almas, mientras las familias extendían mantas junto a las tumbas para compartir alimentos y llevaban las tradicionales “tanta wawas”, figuras de pan en forma de niños que simbolizan a los difuntos. En el Cementerio General de La Paz y otros lugares, guitarras, trompetas y flautas андinas (pinkullus) acompañaron los ritos, reflejando la creencia extendida de que la muerte forma parte del ciclo de la vida y que los muertos regresan a convivir con los vivos durante este tiempo. Las tumbas fueron limpiadas y adornadas con antelación, y las ofrendas incluyeron velas, cigarrillos y comida, reforzando los lazos comunitarios y la memoria colectiva. Las festividades también se relacionan con la celebración aimara del Día de las Ñatitas, a inicios de noviembre, cuando se veneran cráneos humanos considerados portadores de espíritus protectores. Los cráneos son decorados con flores, sombreros o gafas de sol y llevados a los cementerios para recibir bendiciones, canciones y ofrendas, en una clara fusión entre creencias indígenas y tradiciones católicas. Aunque algunos representantes de la Iglesia han criticado ciertos aspectos de estas prácticas por considerarlas poco compatibles con la doctrina cristiana, los rituales siguen profundamente arraigados en la cultura local. Los participantes y observadores destacan que el tono de la festividad es más de celebración que de duelo: la música, las comidas compartidas y las coloridas decoraciones expresan continuidad, memoria y renovación. La jornada congrega a miles de personas y combina la conmemoración íntima con la expresión pública de identidad cultural, mostrando cómo los bolivianos mantienen vivos sus lazos con los antepasados mediante la ceremonia, el canto y la convivencia.