Jueves, 13 de noviembre de 2025

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Brasil realiza simulacros de seguridad para la COP30 en Belém

Las fuerzas de seguridad de Brasil llevaron a cabo amplios ejercicios de preparación en Belém antes de la cumbre climática COP30, movilizando a miles de efectivos y poniendo a prue...
Brasil realiza simulacros de seguridad para la COP30 en Belém
Las fuerzas de seguridad de Brasil llevaron a cabo amplios ejercicios de preparación en Belém antes de la cumbre climática COP30, movilizando a miles de efectivos y poniendo a prueba la coordinación entre agencias ante diversos escenarios de amenaza. Más de 7.000 miembros del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea participaron en simulacros que incluyeron rescates de rehenes dirigidos por el BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales), un falso atentado en un centro comercial, ensayos de escolta de convoyes, cierres viales simulados y controles coordinados de llegadas diplomáticas. Bomberos, paramédicos, francotiradores y negociadores practicaron la respuesta ante víctimas masivas y atención de traumas, con vehículos blindados y aeronaves apoyando maniobras destinadas a verificar tiempos, rutas y niveles de preparación conjunta. Las autoridades destacan que el modelo de seguridad integrada replica la experiencia de eventos como los Juegos Olímpicos, el Mundial y la cumbre del G20 del año pasado, reuniendo a la Policía Federal, la Policía de Carreteras, unidades militares y cuerpos de seguridad estatales y municipales. El plan contempla logística terrestre, aérea y fluvial para adaptarse a la geografía de ríos y lagunas de Belém, con refuerzos en el aeropuerto Val-de-Cans y el puerto de Outeiro. Los ejercicios también evalúan cómo equilibrar la protección del derecho a la protesta con la seguridad pública, previendo manifestaciones y la necesidad de mantener la vida urbana pese a cierres y desvíos. Los planificadores señalan que, aunque el riesgo de terrorismo organizado es bajo, los peligros más probables incluyen delitos oportunistas, ciberataques, disturbios civiles y amenazas ambientales como inundaciones. Estas variables guiaron los simulacros, cuyo objetivo es evitar interrupciones durante la llegada de unos 50.000 delegados, entre ellos más de 140 jefes de Estado. Una ceremonia de preparación en la base aérea de Belém marcó el inicio formal del operativo de seguridad y reafirmó el compromiso nacional con la protección de la cumbre. A pesar de los avances en materia de seguridad, las autoridades reconocen que persisten retos logísticos e infraestructurales. Algunos proyectos de acondicionamiento aún no están terminados, y la limitada capacidad hotelera podría complicar el alojamiento de las delegaciones. El gobierno federal y el estatal afirman que están acelerando los trabajos pendientes, aunque advierten que el éxito del evento dependerá de una coordinación ágil entre agencias y de la ampliación oportuna de la infraestructura de transporte y hospedaje.