Miles de fieles colmaron la iglesia de San Hipólito en Ciudad de México para celebrar la fiesta anual de San Judas Tadeo, llenando calles y atrios con estatuas, velas, flores y ofrendas. Los peregrinos, muchos vestidos con los colores verde y blanco del santo, llegaron desde distintos puntos de la capital; algunos caminaron largas distancias o durmieron en los escalones del templo para asistir a misas sucesivas, recibir bendiciones y pedir su intercesión por salud, trabajo o problemas familiares. Las filas para los sacramentos se extendieron mientras músicos, vendedores y oraciones se entrelazaban en un ambiente de fervor y celebración popular.
Los devotos cargaron pesadas imágenes de yeso, recitaron oraciones y compartieron testimonios de milagros atribuidos al santo, reforzando una devoción transmitida por generaciones entre comunidades trabajadoras. La festividad de octubre, la mayor de las conmemoraciones mensuales del día 28, reunió a decenas de miles de personas, convirtiendo el histórico templo del siglo XVI y su entorno en un espacio de fe colectiva y ayuda mutua. Los sacerdotes bendijeron imágenes y rezaron por quienes enfrentan “causas perdidas”, recordando a San Judas como emblema de esperanza en la desesperación.
La dimensión social del evento fue evidente: asistentes repartieron alimentos, realizaron ofrendas grupales y mostraron gestos de solidaridad. Alrededor del templo, comerciantes ofrecían objetos religiosos y comida, mientras familias y jóvenes se arrodillaban frente a la estatua del santo para agradecer o pedir favores. Observadores destacaron que la devoción refleja las realidades sociales del país: muchos fieles provienen de barrios marginados, y el ritual funciona como un refugio espiritual y una respuesta colectiva frente a la adversidad.
Al caer la noche, el interior de San Hipólito y las calles adyacentes resplandecían con velas y oraciones incesantes. El ambiente fusionó solemnidad religiosa y expresión popular, con cantos, música y relatos que acompañaron las ceremonias. Para los asistentes, la fiesta fue tanto un pedido de milagros como una afirmación de resistencia comunitaria, donde la fe y la cultura se unen para renovar el ánimo y la esperanza.
Cuando las multitudes lentamente se dispersaron, San Hipólito permaneció iluminado por velas parpadeantes y lleno de oraciones persistentes. La fiesta reafirmó el lugar duradero de San Judas en la vida espiritual de la Ciudad de México, actuando como un punto focal donde la fe, la tradición cultural y el cuidado social informal convergen para ofrecer consuelo y renovación a quienes enfrentan crisis personales.
Jueves, 13 de noviembre de 2025
Search
Search news, shows, or special coverage from NOW Spanish.
Ciudad de México celebra la fiesta de San Judas Tadeo
Miles de fieles colmaron la iglesia de San Hipólito en Ciudad de México para celebrar la fiesta anual de San Judas Tadeo, llenando calles y atrios con estatuas, velas, flores y ofr...
Fecha de emisión: 29 de october de 2025