Jueves, 13 de noviembre de 2025

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Ciudad de México inaugura la temporada del Día de Muertos

https://youtu.be/Xc4x__p2As8 Cientos de personas disfrazadas de La Catrina transformaron el Paseo de la Reforma en un río de calaveras y colores con el desfile que dio inicio a la...
https://youtu.be/Xc4x__p2As8 Cientos de personas disfrazadas de La Catrina transformaron el Paseo de la Reforma en un río de calaveras y colores con el desfile que dio inicio a la temporada del Día de Muertos en la Ciudad de México. La procesión recorrió el icónico paseo desde el Monumento a la Independencia hasta el Zócalo, entre tambores, danzas y nubes de incienso de copal. Participantes con rostros pintados como calaveras, trajes ornamentales y marcos gigantes de Catrinas marcharon junto a carrozas decoradas, flores de cempasúchil y grupos musicales que iluminaron la noche con un ambiente festivo. El desfile funciona como el acto de apertura de las celebraciones del Día de Muertos, una tradición que fusiona creencias mesoamericanas sobre la vida después de la muerte con prácticas católicas heredadas del periodo colonial. En la capital, las conmemoraciones se extienden por varios días con ofrendas domésticas y públicas, vigilias en cementerios, altares florales y tributos musicales donde las familias honran a sus difuntos celebrando la continuidad de la vida. Autoridades reportaron una asistencia multitudinaria desde las primeras horas, y la Secretaría de Turismo prevé que las actividades atraerán a millones de visitantes, impulsando significativamente hoteles, restaurantes y eventos culturales. El creciente perfil internacional del Día de Muertos ha convertido las costumbres locales en espectáculos de gran escala que captan la atención de fotógrafos, artistas y turistas de todo el mundo. Sin embargo, el auge del desfile genera opiniones divididas: muchos celebran la vitalidad y el reconocimiento global de la herencia mexicana, mientras otros advierten que la comercialización y la masificación podrían diluir los rituales vecinales más íntimos que dan sentido personal a la fecha. Pese a esas tensiones, la procesión reafirmó el espíritu esencial de la festividad: la memoria, la unión comunitaria y la convivencia entre la vida y la muerte. Bajo luces brillantes y música vibrante, miles de Catrinas recordaron que el luto y la alegría pueden coexistir y que honrar a los muertos sigue siendo una práctica viva que preserva identidad y memoria colectiva.