Desfile de Halloween une a Nueva York

https://www.youtube.com/watch?v=0VD0itmREZc Miles de personas llenaron el centro de Manhattan durante la 52ª edición del Village Halloween Parade, que este año tuvo como tema “It’s a Potluck”, una celebración de la unidad, la creatividad y la abundancia compartida. El desfile gratuito recorrió su ruta tradicional por la Sexta Avenida, desde Canal Street hasta la Calle 15, transformando las calles en un carnaval de disfraces elaborados, marionetas gigantes, bandas de música y bailarines. Los participantes lucieron trajes inspirados en comidas, criaturas míticas y diseños ingeniosos, mientras el Processional Arts Workshop encabezó la marcha con enormes chefs de papel maché, platos flotantes y utensilios danzantes que representaban el espíritu de compartir. City Harvest fue elegido Gran Mariscal, reflejando el enfoque del tema en la lucha contra el hambre y la importancia de compartir recursos. La directora del desfile, Jeanne Fleming, describió la noche como una “celebración de la generosidad y la comunidad en tiempos de división social”. Multitudes de familias, estudiantes y turistas se alinearon desde temprano; la policía estimó más de 60.000 participantes y unos 2 millones de espectadores. A pesar del fuerte dispositivo de seguridad, el evento se desarrolló en un ambiente festivo, con solo incidentes menores reportados. La fiesta oficial posterior, “A Vampire Ball”, se celebró en el House of Yes de Brooklyn y ofreció un premio de 5.000 dólares al mejor disfraz. El desfile, nacido en 1973 como un pequeño evento barrial, se ha convertido en la mayor celebración pública de Halloween en Estados Unidos, reconocida por su carácter inclusivo: cualquier persona disfrazada puede unirse sin registrarse. Esa apertura transformó la Sexta Avenida en un escenario viviente de imaginación y expresión cívica, donde músicos, bailarines y artistas improvisados compartieron espacio con los desfilantes. Para muchos, el motivo del “potluck” trascendió la estética: representó inclusión, cooperación y ayuda mutua. Los organizadores destacaron que reunir “aportaciones diversas para crear algo común” simboliza el espíritu multicultural de la ciudad y sus redes solidarias. Al concluir el desfile cerca de la Calle 15, la música y la celebración continuaron en barrios cercanos, con grupos bailando y cantando hasta altas horas. La noche reafirmó el papel del desfile como espectáculo artístico y ritual comunitario, combinando humor, activismo y fantasía. En una ciudad acostumbrada a grandes eventos, el Village Halloween Parade volvió a demostrar el poder de la creatividad colectiva: convertir las calles en un escenario compartido donde todos pueden aportar su propia chispa a una celebración espontánea y diversa.