Jueves, 13 de noviembre de 2025

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Paul Biya jura su octavo mandato en Camerún

https://www.youtube.com/watch?v=MlW1Me8_ZUs El presidente camerunés Paul Biya fue investido para un octavo mandato tras unas elecciones polémicas que desataron protestas generaliza...
https://www.youtube.com/watch?v=MlW1Me8_ZUs El presidente camerunés Paul Biya fue investido para un octavo mandato tras unas elecciones polémicas que desataron protestas generalizadas y enfrentamientos mortales. En su discurso de investidura, el mandatario de 92 años reconoció la gravedad de los problemas del país y prometió restablecer el orden, acusando a “políticos irresponsables y a la diáspora” de fomentar los disturbios. Los resultados oficiales lo declararon vencedor con el 53,66% de los votos, mientras que el opositor Issa Tchiroma Bakary obtuvo el 35,19% y rechazó el resultado por fraudulento, llamando a manifestaciones masivas. El período electoral estuvo marcado por fuertes disturbios en ciudades como Duala y Garua. Dos fuentes vinculadas a Naciones Unidas informaron que las fuerzas de seguridad mataron a 48 civiles durante las protestas relacionadas con los comicios; el gobierno no ha publicado cifras propias ni respondido a esos informes. Los enfrentamientos reflejan una aguda crisis de legitimidad: muchos cameruneses y observadores internacionales cuestionaron la transparencia del proceso y criticaron la gestión oficial de la disidencia. Biya, en el poder desde 1982, se convirtió en el jefe de Estado en activo más longevo del mundo y podrá permanecer en el cargo hasta casi los 100 años gracias a una reforma constitucional de 2008 que eliminó los límites de mandato. Sus críticos sostienen que las sucesivas elecciones bajo su gobierno han carecido de competencia y transparencia reales, consolidando el poder presidencial y reduciendo el espacio democrático. Sus partidarios, en cambio, lo presentan como un factor de estabilidad y continuidad frente a los retos económicos y de seguridad regional. El nuevo mandato enfrenta desafíos urgentes. Más del 70% de la población es menor de 35 años y demanda empleo, educación e inclusión política, expectativas que en gran medida siguen sin cumplirse. El estancamiento económico, las carencias de infraestructura y los problemas de gobernanza agravan la frustración social. Analistas advierten que recurrir principalmente a medidas de seguridad para sofocar la disidencia puede profundizar la polarización y alimentar nuevos disturbios. Los grupos opositores y la sociedad civil anunciaron que mantendrán la movilización, presentarán recursos legales y exigirán investigaciones independientes sobre la violencia registrada. Diversos actores internacionales han pedido indagaciones transparentes sobre las muertes y un mayor respeto a las libertades civiles. La forma en que el gobierno responda determinará el rumbo político inmediato de Camerún: avanzar hacia una apertura y reforma implicaría dialogar con los adversarios, rendir cuentas y fortalecer las instituciones electorales; optar por la represión y el control podría ampliar las divisiones internas y aumentar la presión internacional.