Jueves, 13 de noviembre de 2025

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Protestas masivas paralizan Gabes en Túnez

Decenas de miles de residentes y un paro general convocado por la UGTT paralizaron la ciudad tunecina de Gabes, con comercios, mercados, escuelas y transporte completamente cerrado...
Protestas masivas paralizan Gabes en Túnez
Decenas de miles de residentes y un paro general convocado por la UGTT paralizaron la ciudad tunecina de Gabes, con comercios, mercados, escuelas y transporte completamente cerrados en una protesta masiva que exigió el cierre del complejo químico estatal acusado de causar contaminación crónica. Los manifestantes culparon al Grupo Químico Tunecino (GCT) de emitir desechos y gases tóxicos que, según denuncian, han incrementado los casos de cáncer y enfermedades respiratorias, devastado la pesca local y dañado los ecosistemas costeros. Multitudes marcharon con pancartas que pedían “desmantelar las unidades contaminantes” y coreaban que “Gabes quiere vivir.” Algunos intentos de acercarse a la planta provocaron choques con la policía, que respondió con gases lacrimógenos. Las protestas suponen un serio desafío para el presidente Kais Saied, quien calificó la situación de Gabes como un “asesinato ambiental” y culpó a gobiernos anteriores por decisiones “criminales” que afectaron la salud pública y el medio ambiente. Sin embargo, los manifestantes rechazaron sus declaraciones y exigieron medidas inmediatas y decisivas, afirmando que las promesas graduales son insuficientes. El Ministerio de Salud anunció la construcción de un hospital oncológico en Gabes para atender el aumento de casos, pero no ofreció calendario, lo que incrementó la frustración ciudadana. Una auditoría de julio encargada por el GCT reveló graves incumplimientos de las normas ambientales nacionales e internacionales, documentando el vertido diario de entre 14.000 y 15.000 toneladas de fosfoyeso al mar Mediterráneo, además de altas emisiones de amoníaco, óxidos de nitrógeno y sulfatos. Grupos ambientalistas y pescadores locales reportan una fuerte caída en las poblaciones de peces en la última década, lo que ha golpeado la economía regional y agravado las condiciones de vida. El paro y las manifestaciones reflejan tensiones sociales más amplias en Túnez, donde la crisis financiera, el desempleo elevado y la precariedad de los servicios alimentan el descontento. Las autoridades enfrentan un dilema: responder a las demandas urgentes de salud y medio ambiente en Gabes sin poner en riesgo la producción de fosfatos, una de las principales fuentes de exportación del país. Funcionarios temen que la agitación en Gabes se extienda a otras regiones con historial de protestas, aumentando el riesgo político. Los residentes insisten en medidas concretas e inmediatas para detener la contaminación y proteger la salud, mientras el gobierno sopesa los costos económicos y logísticos de cerrar o reformar un sitio industrial estratégico.